Las más impresionantes obras arquitectónicas y esculturales construidas en la Antigua Grecia fueron posibles gracias a la cristalización de la piedra caliza. Los griegos son considerados históricamente como los pioneros en el uso del mármol, cuyo significado es piedra brillante, gracias a que lo utilizaron en la construcción de monumentos históricos, como el Templo de Artemisa, la cual se considera como la primera construcción edificada con este material.
Actualmente, cuatro países dominan la extracción y producción de mármol: China, Italia, India y España, aunque otras naciones como Estados Unidos, Grecia y Turquía también tienen importantes canteras de mármol.
Esta roca es uno de los materiales más finos y lujosos, asociados con un alto poder adquisitivo, el buen gusto y la sofisticación. Con un fondo blanco, cremoso y con sus clásicos patrones grises, el mármol italiano es uno de los favoritos de ayer y hoy.
¿Te has preguntado cómo obtiene el mármol esas delicadas formas?
Todo inicia con la extracción. Para extraer mármol de una cantera, es necesario crear una pared de respaldo, utilizando alambre de diamante sintético y taladros con punta de diamante, para separar la roca y formar una pared vertical.
Para lograrlo, es necesario perforar agujeros en el mármol desde la parte superior de la cantera y alinear un agujero de perforación desde el costado.
El cable se alimenta a través de los orificios y se conecta a una máquina que se asienta sobre la pista para mantener la tensión en el cable mientras corta el mármol, con un mecanismo similar al de una motosierra.
Luego, el mármol suelto se procesa en bloques uniformes que pueden llegar a pesar más de 6 mil kilogramos, haciendo necesario el uso de máquinas y vehículos pesados para transportarlos.
Durante un proceso de fresado, los bloques se cortan con alambres de diamante para crear losas de poco más de dos metros de largo, que suelen ser recubiertas con resina para rellenar la presencia de posibles grietas en la superficie de la piedra, y que posteriormente se pulen, dejando resina en sólo 1% o menos de su cuerpo, procurando mantener la pureza del mármol.
En este punto, el material está listo para cortarse a la medida de las necesidades de las piezas que se pretenden crear, por ejemplo, para fabricar las encimeras de cocina o de baño que tanta demanda tienen en el mercado. Incluso, puede emplearse en las decoraciones de fachadas domésticas, de grandes edificios corporativos, e incluso, de centros educativos y bibliotecas.
Cuando se conserva como piedra natural, el mármol puede utilizarse en muchos otros lugares de la casa, otorgándole un acento de lujo atemporal a cualquier habitación, al cual recurren, con ese propósito, cientos de arquitectos y decoradores de interiores en la actualidad.